“Con la llegada de la televisión se le está dando una nueva fuerza al mundo. ¿Quién puede decir lo que el poder de extender la visión significará en última instancia, en la corriente de la vida humana?”
David Sarnoff, Presidente de la Radio Corporation of America, del texto Influencias Probables de la Televisión en la Sociedad (Probable Influences of Television on Society, 1939)
“La televisión podría hacer mucho para mejorar el gusto musical de la nación.”
Sir Thomas Beecham, un empresario inglés asociado con la Filarmónica de Londres.
La televisión se comenzó a propagar, en hogares a lo largo del mundo, durante la primera mitad del siglo XX. Al principio se tuvo la esperanza de que este aparato y la infraestructura que lo sustentaba, dispararían en la población mundial el ímpetu del aprendizaje, la cultura, la colaboración social y que eso finalmente crearía un bien al hombre.
En un texto de la Academia Estadounidense de Ciencias Políticas y Sociales, del año de 1941, el mismo Sarnoff vislumbraba un futuro mejor, basado en los avances que produciría la televisión:
“Uno por uno los grilletes que encadenan al hombre a la esfera limitada de su propia mente y su vecindad inmediata han sido removidos de su ser.
Hoy en día se puede desplazar rápidamente, fácilmente, y a voluntad; él puede multiplicar el poder de sus manos y brazos; puede extender su voz por radio hacia otros hombres en todo el mundo, y después escucharlos de regreso.”
“… el ingenio combinado de los científicos de las ciencias exactas y las ciencias sociales, alentados por un gobierno bondadoso, con el tiempo producirán los resultados deseados de mejores sueldos, menos horas de trabajo y más horas de ocio.”
(Possible Social Effects of Television, Annals of the American Academy of Political and Social Science, Vol. 213)
Décadas después, estas utópicas predicciones quedaron lapidadas bajo la realidad de los medios de comunicación actuales.
La televisión y la radio, más que vehículos impulsores de conocimiento o comunicación humana, son vehículos de adoctrinamiento y control de masas.
La televisión, la radio y las publicaciones escritas son los grandes medios masivos de convencimiento. Estos medios modulan los gustos musicales y cinematográficos que consume gran parte de la población.
Al contrario de la esperanza inicial, la tecnología no ayudó mucho al hombre a crecer y mejorar. Al contrario, la televisión se ha convertido en un medio para regular su consumo, además de manipular conductas sociales y opiniones políticas. Pero además de todo aquello que se hace de modo subliminal, encubierto, es notorio también como gran parte del contenido escrito o audiovisual está inundado de propaganda e incitación al consumo descontrolado.
Internet por su naturaleza es un medio no centralizado. Durante las primeras décadas de su implementación y uso se ha creado una gran expectativa, al igual que como ocurrió con la televisión, se cree que la red mundial de datos será la que unifique, eduque, democratice y desarrolle la sociedad entera; la realidad es que eso no está ocurriendo y al contrario de lo que se esperaba, internet se ha convertido en otro medio de control de masas. Lo preocupante es que no es sólo un medio de control de masas, sino también un medio de espionaje, vigilancia, supervisión.
Los medios masivos tradicionales son capaces sólo de enviar mensajes genéricos y poco segmentados en cuanto a su público objetivo. Después, para saber el impacto de sus anuncios necesitan hacer estudios de consumo, encuestas telefónicas, obtener datos de ventas de distribuidores, etc.
En contraste, el control por internet es más preciso, granular, barato y adaptable. Un navegador de internet mantiene un historial de los sitios visitados por un usuario, hay archivos auxiliares y varios métodos para saber cuáles son los gustos de usuario en específico y de acuerdo a ellos generar publicidad con un mayor impacto y probabilidad de convertir al usuario en un consumidor.
Un anunciante digital sabe exactamente cuántos clics ha recibido su anuncio, cuánta gente visualizó completo un comercial e incluso cuántos compraron el producto y cuál es la opinión de esos usuarios acerca de su producto. La cantidad de metadatos obtenidos por medios digitales ha dado a las marcas y agencias la capacidad de crear campañas más especializadas y precisas.
Por otro lado, las compañías que ofrecen servicios de conectividad a internet han adaptado medidas que atentan contra la neutralidad en internet. Estas medidas pueden convertir a internet en una red controlada con reglas que limiten el libre flujo de la información.
Con cada violación a la neutralidad en la red y cada avance en los medios de propaganda para productos de consumo masivo se desmorona ese sueño de una red mundial de datos libre, una red que se supone conectaría a cada humano con información y herramientas para mejorar su situación cultural, social o incluso económica.